Navidad clásica, episodio 7
Hoy en nuestra serie "Esto que pensabas que era un villancico no lo es exactamente, pero nos la refanfinfla porque es bonito" le toca el turno a Händel y su obra "El Mesías".
Resulta que esta maravillosa obra puede calificarse como oratorio. Y me preguntaréis: Emi, ¿qué leches es un oratorio? Pues bien, un oratorio es una composición musical que explica una historia religiosa o sagrada. Tiene influencia operística, aunque con la diferencia de que en él no se produce un dramatización de los hechos que se cuentan. Para más inri, el propio Händel desarrolló una forma propia para explicar estas historias biblícas inspirándose en la ópera, aunque queda claro que en el oratorio se precinde de vestuario y los personajes no iteractúan entre sí.
"El Mesías" se estrenó en Dublín el 13 de abril de 1742 con motivos benéficos ya que Händel organizaba cada año funciones benéficas para ayudar a horfanatos. Pero si Händel era de Prusia, ¿qué hacía en Dublin? Pues parece ser que se estabeció en Inglaterra; primero porque trabajaba para la reina Ana Estuardo y, segundo, porque como anteriormente había trabajado también para Jorge, Príncipe Elector de Hannover y sucesor a la corona inglesa, a este le venía bien tener un espía en la corte. Ya sabéis, la vida del músico siempre ha sido dura y nunca viene mal un dinerillo extra.
Otra pregunta que nos deja esta obra es la siguiente: ¿por qué una composición que se estrena en abril pasa a ser un hito navideño? Pues resulta que se convirtió en una aderezo navideño por una mera cuestión económica, ya que solo la primera parte de esta obra está dedicada al nacimiento de Cristo. Pero claro, como vieron que le sacaban más provecho en Navidad, pues tiraron pa' lante y la pasta manda.
Volviendo a la canción, y dejando un poco a un lado el salseo propio de la nobleza y demás intereses económicos, voy a compartir con vosotros solo una fragmento de esta inmensa composición, la parte del "Hallelujah". Espero que la disfrutéis y os guste. Un beso a todos.
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